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Ecopavements, la revolución de la fotocatálisis
La fotocatálisis supone un cambio de paradigma que permite diseñar materiales de construcción capaces de descontaminar el ambiente.
¿Podría una baldosa ayudar a descontaminar el aire como lo hace una planta?
Parece una pregunta con trampa y ciertamente lo es, porque antes de contestar es necesario conocer un concepto: la fotocatálisis.
La fotocatálisis es una reacción que convierte la energía solar en energía química en la superficie de un catalizador, mientras neutraliza en el proceso muchas sustancias nocivas presentes en el ambiente.
Por eso se ha comparado muchas veces con la fotosíntesis, ya que también es una reacción que contribuye a mejorar la calidad del aire a partir de la energía solar.
Introducidos estos conceptos, a la pregunta inicial se puede contestar afirmativamente, ya que una baldosa podría contribuir a filtrar el aire de forma análoga a como lo hace una planta gracias a la tecnología fotocatalítica.
Pensar en que los materiales de construcción pueden funcionar así, filtrando el aire y el agua para eliminar sustancias contaminantes, dibuja un horizonte propicio para transitar hacia modelos urbanos más saludables y respetuosos con el medioambiente.
Sin embargo, pese a que la tecnología fotocatalítica está suficientemente desarrollada y no resulta complicada o cara de implementar, su uso aún no se ha extendido en el ámbito de la construcción.
El motivo principal parece ser que no se conoce lo suficiente: ni cómo funciona, ni sus beneficios o a qué normativa está sujeta.
Sirva este artículo para aportar un granito de arena en favor de su divulgación, en la línea del estupendo trabajo que están desarrollando organizaciones sin ánimo de lucro como la Asociación Ibérica de la Fotocatálisis (AIF), y de cuyo Libro Blanco de la Fotocatálisis (2020) se nutren muchos datos de este artículo.
Fotocatálisis: origen, fundamentos y propiedades
En 1967, el entonces doctorando Akira Fujishima y su supervisor, el profesor Kenichi Honda, registraron por primera vez lo que ocurría al exponer el dióxido de titanio (TiO2) a la luz ultravioleta: durante la reacción, el agua se descomponía produciendo hidrógeno y oxígeno. Fue el principio de la fotocatálisis como tecnología aplicada.
Este descubrimiento se llamó “efecto Honda-Fujishima” y se publicó en 1972 en la revista Nature, posibilitando que la investigación siguiera evolucionando en laboratorios de todo el mundo aplicándose a materiales como la cerámica, el vidrio o el hormigón.
El siguiente paso fue la constatación de que al incorporar un catalizador a otros materiales, se les podía conferir propiedades descontaminantes. Una vez tratados, reaccionaban a la luz (solar o artificial) -en especial a la luz UV-A, descomponiendo y mineralizando sustancias como los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre así como otros compuestos nocivos para la salud.
Desde entonces, la investigación aplicada en el sector de la construcción se ha centrado especialmente en desarrollar pavimentos de hormigón con propiedades fotocatalíticas, ya que pueden actuar directamente en dos de los focos más importantes de emisiones contaminantes: en zonas urbanas e industriales con elevados niveles de tráfico rodado.
La fabricación de piezas de hormigón destinada a pavimentación con propiedades fotocatalíticas aporta dos beneficios fundamentales que se suelen mencionar en la literatura especializada como air-cleaning y self-cleaning.
El air-cleaning o purificación del aire se refiere a la capacidad de estos pavimentos para oxidar los contaminantes (NOx, COVs…) y convertirlos en sustancias inocuas, agua e iones inorgánicos, como se ha mencionado anteriormente.
La propiedad de self-cleaning o autolimpieza es menos conocida pero igualmente relevante. Esta característica de los pavimentos fotocatalíticos facilita el arrastre de partículas con la lluvia (o durante una limpieza artificial con agua o desengrasantes) para eliminar manchas orgánicas o inorgánicas recientes.
La normativa de referencia
La necesidad de desarrollar un marco normativo que sirviera para evaluar la eficacia de los productos fotocatalíticos -principalmente de los utilizados en el sector de la construcción, ha ido creciendo en paralelo a la maduración de esta tecnología.
En España, la normativa de referencia es la UNE ISO 127197-1:2013, que clasifica los productos prefabricados de hormigón fotocatalíticos según su rendimiento para purificar el NOx del aire en tres clases.
Además, cabe mencionar la norma UNE 83321 EX/2017 para hormigón con actividad fotocatalítica, que ha sido propuesta recientemente para su aprobación como Norma Europea
Ecopavements®: la apuesta de Montalbán y Rodríguez por los pavimentos descontaminantes
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, es fácil enmarcar la fotocatálisis como una tecnología que puede ser útil para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, ya que puede contribuir a la construcción de ciudades más sostenibles, a la lucha contra el Cambio Climático y a la conservación de los ecosistemas.
De acuerdo con estos objetivos, Montalbán y Rodríguez desarrolla varias líneas de investigación entre las cuales se encuentra la de MR Eco-Lab, dedicada a explorar soluciones encaminadas a mejorar la sostenibilidad en nuestros productos, sus propiedades descontaminantes, de permeabilidad y durabilidad. Y como no podía ser de otra manera, una de estas tecnologías con proyección de futuro es la de la fotocatálisis.
Gracias a la colaboración con entidades como la ya mencionada Asociación Ibérica de la Fotocatálisis (AIF) y al trabajo con laboratorios especializados como los de EPTISA, CARTIF o el Instituto AICE-ITC, esta línea de investigación ha cristalizado en nuestra gama de pavimentos fotocatalíticos con propiedades descontaminantes: los Ecopavements®. Para saber más sobre estos productos, sobre sus características y los proyectos piloto donde se han implementado, puede consultar nuestro dossier informativo.
La fotocatálisis como un “juego de suma positiva”
Para concluir, cabe remarcar que la fotocatálisis supone un verdadero cambio de paradigma en la producción de elementos constructivos, sobre todo en el ámbito de los prefabricados de hormigón.
El desarrollo de esta tecnología está propiciando un verdadero proceso de Coopetition -concepto que define “juegos de suma positiva” donde se da al mismo tiempo la cooperación y la competición entre participantes. Las múltiples acciones y proyectos desarrollados por la AIF y sus socios, dan muestra de ello.
Si las principales empresas del sector, las asociaciones y los organismos públicos continúan apostando decididamente por la fotocatálisis, será posible que en un breve espacio de tiempo se consiga dar un salto sustancial en la propagación de esta tecnología y así contribuir significativamente a transitar hacia modelos de ciudad más sostenibles, más saludables y eficientes.
Bibliografía
Almazán, D., Fresno F. y Rovito, G. (2020). La fotocatálisis y sus aplicaciones. AIF – Asociación Ibérica de la Fotocatálisis (Coords. y Eds.), Libro Blanco de la Fotocatálisis (pp. 25-42). AIF. https://www.fotocatalisis.org/libro-blanco/
Almazán, D., (2018, 16-18 Octubre). Pavimentos fotocatalíticos. Avances, aplicaciones y retos [Comunicación]. Simposio Nacional de Firmes SNF-2018: En ruta hacia una economía circular, Madrid, España. http://www.eptisa.com/ficheros/pavimentos-fotocatal-ticos.-av.pdf
Autoría del artículo
Dpto. Ecomyrsa, Montalbán y Rodríguez, 2022.